miércoles, 23 de noviembre de 2011

Las Máscaras del Mago


"No obstante, en virtud de que el hombre es un Microcosmos, el centrum mundi, Dios ha concentrado la naturaleza entera en él, y ha imbuido la voz humana con óptima hermosura, porque es un totius universi epitome, un epítome del mundo, y esa es la razón de por qué el Hijo de Dios se hiciera hombre" (Johann Arndt, Psalmenpostille, ed. 1643, II, 373).



Saludos, amigos. Hoy retomo este cuaderno de notas para informaros de cómo nos ha ido en la Universidad de Granada con el magnífico curso de posgrado "Las Máscaras del Mago: religión, ciencia y poder", organizado por Alberto Quiroga, Natalia Arsentiéva y Ángel Díaz, profesores titulares de los Departamentos de Filología Clásica y Eslava. Tengo que decir además que el alma inspiradora de este proyecto no ha sido otra que José Luis Calvo, insigne catedrático del área de Filología Griega; su dedicación y esfuerzo durante todos estos años ha dado su fruto en iniciativas tan interesantes como esta, y estoy seguro de que su legado pervivirá aún por muchos años, y no sólo en Granada. Por otra parte, la ilusión y el entusiasmo de sus organizadores han generado una atmósfera única de amor por el saber, y se nota la voluntad y el empeño que han puesto en divulgar a la comunidad investigadora estas apasionantes cuestiones, así como al público en general, dado que también ha intervenido el famoso "Mago Migue", una eminencia artística del ilusionismo y la magia, y uno de los mejores del mundo en su disciplina.
He aquí el programa del curso:

Studia Hermetica ha intervenido en calidad de proyecto vinculado a la Revista Azogue, y he tratado de que el público asistente a mi conferencia comprenda la importancia para el mundo académico de esta revista nuestra, además de tratar de promover el amor por la filosofía hermética y las corrientes esotéricas derivadas del titánico proceso de helenización. No sé si esto lo he logrado, porque lo cierto es que estaba algo nervioso y preocupado durante la conferencia, y me aturrullé más de lo debido... pero bueno, al final creo que a los asistentes les gustó lo suficiente como para generar debate, comentarios, preguntas, o en una palabra, interés. Y eso es lo más importante. A ver, sé que es un tema complejo (esto del hermetismo y las corrientes místicas relacionadas, quiero decir), que demanda una preparación previa del estudioso (un número de lecturas suficiente de fuentes de filosofía griega y helenística, principalmente), y por eso cuesta el doble hacerlo atractivo al público no especializado. No obstante, yo animo a todos los aficionados a estas cuestiones a que se atrevan a dar el paso y se dediquen con mayor seriedad y rigurosidad a esto del hermetismo antiguo, o al Esoterismo Occidental, y al resto de corrientes científicas que tratamos en Azogue. Este campo exige del estudioso una vasta cultura y erudición, y sobre todo un entusiasmo y una pasión por el saber sin límites, como he tenido la ocasión de comprobar durante estos años en la persona de muchos investigadores de renombre, jóvenes y veteranas personalidades que han dedicado años de su vida al estudio del pasado y su pervivencia en nuestro presente.

Con el fin de hacer mucho más llevaderos el estudio y la asimilación de mi intervención a los asistentes de la conferencia, he subido un resumen de la misma en formato pdf (en el mismo archivo está integrada la presentación en powerpoint), donde detallo los conceptos básicos que he pretendido transmitir con mi intervención (sé que hay por ahí un examen pendiente, y lo más importante de cualquier materia es tener los conceptos básicos bien claros). En cuanto a las actas de la conferencia, casi con total seguridad serán publicadas (queda pendiente en qué editorial y demás).

Por otro lado, el curso ha sido seguido con sumo interés por los medios de comunicación, y de hecho, el programa Tesis, del canal 2 Andalucíaprepara un monográfico acerca del mismo. Además, se da la afortunada casualidad de que el festival de magia Hocus Pocus da comienzo durante esta misma semana, y este fascinante hecho ha sido aprovechado por sus organizadores para crear un vínculo entre ambos eventos. El resultado no ha podido ser más sugerente y divertido, porque ver al Mago Migue haciendo desaparecer y aparecer cartas, y uniendo y desuniendo anillos (amén de otros milagros), no tiene precio, se lo aseguro. Y mucho más cuando se tiene la oportunidad de observar la cara de ilusión de los niños ante sus prodigios (y cuando digo "niños", me refiero a todos nosotros, claro).

Por cierto, estoy encantado con que Azogue disponga en breve de un nuevo número, y doy las gracias a José Rodríguez por sus siempre cariñosas y amables palabras hacia mi persona. Que nadie tenga dudas acerca de que Studia Hermetica Journal y la Revista Azogue son y seguirán siendo proyectos hermanos. No lo dudo ni por un instante: he tenido la enorme suerte de que mis intereses académicos y "filosóficos" hayan encontrado un reflejo tan fiel en el proyecto defendido durante tantos años por José, Mar, Miguel y el resto de grandes investigadores y bellísimas personas que se ocupan seriamente de estas cuestiones en España. Los "lobos esteparios" como yo se guían por sus propios instintos, pero nuestra vida es muchísimo más llevadera junto a otros camaradas, de eso no hay duda.

Tengo muchos proyectos en mente para Studia Hermetica Journal, pero necesito tiempo para hacerlos rodar. Aguarden: durante los próximos años (si la pelona no obstat), este mi humilde proyecto de investigación seguirá hacia adelante. Esto es una huida hacia adelante del más puro estilo "rimbaudiano". Y que me quiten lo bailado, en cualquier caso.

jueves, 6 de octubre de 2011

Studia Hermetica Journal



Studia Hermetica continúa con su humilde andadura por este mundo, y el siguiente paso consiste en una rediseño de la página. Me gustaría que el próximo primer número tuviera mejor cara y un servicio técnico más adecuado. Creo que ambas cosas se han conseguido y, en fin, al lector corresponde decir si esto es así o no. Por lo demás, se han simplificado las secciones y el entorno de trabajo, y bueno, esta nueva Studia Hermetica demanda la participación de todas aquellas personas amantes de la cultura y de los temas con los que llevamos lidiando con mayor o menor fortuna estos años. Una cosa está clara: mi ánimo está intacto. No sé quién seguirá o participará en este proyecto llamado "Studia Hermetica", y la opinión que se tenga de él, pero quiero que todo el mundo tenga en cuenta que para mí es una necesidad el estudiar, aprender y enseñar cosas, y el ver cómo las personas y las empresas van hacia adelante. No es un mero entretenimiento ególatra con el que alardear en los entornos pseudo-intelectuales para impresionar féminas o babearnos unos a otros pensando lo maravillosos que somos, sino algo con lo que espero ser útil para el bagaje intelectual de la humanidad por un lado, y por otro con la simple finalidad de desarrollar mi mente, alma y conciencia.

El motivo de aprovecharnos de Internet como medio de difusión es sencillo a estas alturas de la vida: este nuevo modo de comunicarnos es ya la principal referencia mundial en cuanto a mass media se refiere. No obstante, aún existen reticencias con respecto a las personas que escriben en estos medios online; obviamente esto está cambiando a marchas forzadas, pero entiendo a aquellas personas a las que Internet aún les inspira desconfianza: cualquier imbécil puede escribir y tener una página electrónica por aquí, y en los medios editoriales se supone que se tienen que pasar una serie de etapas que garanticen un mínimo de rigurosidad y de voluntad en los intervinientes. Bueno, esto es cuanto menos discutible, pero dejo constancia de ello aquí para que los lectores sepan que no ignoro en modo alguno tales hechos y opiniones. En fin, fuera de estos discursos agotadores, quiero que todo el mundo sepa que AzogueStudia Hermetica y otras plataformas dedicadas al estudio del hermetismo en Internet, son focos seguros de conocimiento y tan fiables como cualquier otro medio impreso, y en ocasiones más concienzudos y útiles. Cambiando de tercio, también se escucha que la pantalla de un ordenador es un medio molesto de lectura, cosa que es cierta, pero para eso los humanos hemos inventado la impresora. ¡Utilizadla, amigos!

Hablemos ahora un poco de datos técnicos. Yo soy, como mucho, un humilde usuario avanzado en esto de la informática, y estoy a años luz de dominar esta nueva ciencia como lo haría un profesional. Además, esto lo he buscado a conciencia (mi ignoracia, digo) porque no me gusta perder mi tiempo en la parte, en detrimento del todo. No obstante, tengo que decir que aquellos que deseen una correcta visualización de la revista, deben huir de este navegador obsoleto y lleno de errores que hoy por hoy es Internet Explorer, y buscar otros medios alternativos y más acordes con los tiempos como son Firefox o Google Chrome.

Hacer publicidad de estos medios de acceder a Internet no deja de ser molesto para mí, y además muchísima gente hoy en día continúa utilizando el Explorer por inercia, ignorancia o porque le da la real gana, con lo que me resulta aún más penoso insistir en estos menesteres. De hecho, Studia Hermetica Journal clama por algún informático menesteroso por ahí que desee hacerse cargo del servicio técnico, porque a mí es algo que me da dolor de cabeza, y un tema del que no pretendo ocuparme más tiempo del imprescindible para mantener algo digno y bonito estéticamente, y sin ser estridente u hortera. Mi devoción es el conocimiento, el saber, el goce estético, el vino y otros placeres mundanales. Lo demás lo dejo para quien guste y convenga.
Estimados lectores, he aquí el antiguo diseño de Studia Hermetica Journal, cuyo dominio dejará de funcionar en breve. De hecho, si accedéis a él durante estos días, seréis redirigidos automáticamente a nuestro nuevo dominio: studiahermeticajournal.com.


Y he aquí el nuevo diseño, igualmente una plantilla de Wordpress:


Espero que sea de vuestro agrado, y no olvidéis que vuestra participación será muy bien recibida.
En cuanto a mí, para estos últimos meses preparo un par de artículos académicos, he elaborado un ensayo sobre literatura y ocultismo para la revista de arte N-Sphere (de la que Studia Hermetica es colaboradora) y que se publicará en los próximos meses de octubre y noviembre, y en breve daré una conferencia en la Universidad de Granada. Estoy bastante activo, como véis, y espero que mis proyectos sigan prosperando.

Mando un afectuoso saludo a todos nuestros lectores y os deseo mucha suerte de cara al futuro. Si no seguimos adelante durante las circunstancias adversas, nuestra llama flaqueará hasta extinguirse, y como bien sabéis, aún somos guapos y jóvenes en espíritu. ¡Adelante!

sábado, 17 de septiembre de 2011

El Árbol de la Vida


"Acaso hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en su corazón" (Job 1).

Retomo este cuaderno de notas debido a algo imprevisto: una película que vi ayer, y que me ha dejado consternado, aturdido y con ganas de esa saña sarcástica que tanto me pone. Sin más preámbulos, vayamos al lío, amigos. La película, como reza el título de esta entrada, es de The Tree of Life, cuyo director es Terrence Malick, y protagonizada por dos estrellitas de Hollywood de primera: Brad Pitt y Sean Penn. La película pretende tratar o ilustrar sobre el sentido y el cuestionamiento de la vida y la muerte, y la maquinaria extraña y asombrosa de Dios, lo divino, y del cosmos en sí mismo. El trasfondo o la excusa para tratar tales metafísicas materias es el drama que supone la pérdida de un hijo para una familia del suroeste de los Estados Unidos; sus ideas, susurros, impresiones y gemidos de dolor ante el sentimiento de absurdo, humillación y pérdida que se sienten ante la muerte de un ser querido, quedan aderezados por el drama de un padre déspota y resentido, castigado por ese sentimiento de fracaso tan extendido entre nuestros amigos americanos cuando se descubren con más de cuarenta tacos y no son Rockefellers o Gates. Bien, resumido el tema principal de la película, pasemos a su análisis. Más o menos como hice con Ágora, dividiré mi crítica en dos partes: un comentario filosófico y otro cinematográfico. Obviamente no soy Carlos Boyero, y mi conocimiento sobre el séptimo arte es el de un mero aficionado. Pero eso sí: sé cuándo una película me gusta y cuándo no, y cuándo tratan de tomarme el pelo, o por el contrario me respetan como espectador. Además, no duden de que he pensado a conciencia lo que paso a escribir.

Crítica filosófica

La pregunta fundamental: ¿Por qué?

En la película se trata de mostrar un atisbo de la voluntad, el funcionamiento y la naturaleza de "Dios", mostrando tales características a través de una sucesión de imágenes intercaladas sin orden ni concierto del cosmos: la visión inquietante de los planetas y los astros, las galaxias y las nebulosas distantes. Se nos muestran asimismo imágenes de la propia naturaleza geográfica terrestre: páramos, malpaíses, estepas, tundras, playas, roquedales... Y todo esto queda aderezado por la visión de los propios entes biológicos que habitan y se relacionan con estos ecosistemas: desde unos dinosaurios (sí, sí... han oído bien, dinosaurios) sorprendidos por las cámaras cual documental de la 2, y la recreación de su extinción por la caída de un meteorito, hasta esos inquietantes seres marinos de las profundidades abisales, deteniéndose además en las propias entrañas de la materia viva. En fin, toda esta retahíla viene a propósito de explicar el ¿por qué? fundamental. Esa terrible, obsesiva y dolorosa pregunta que se nos presenta justo en el momento en el que somos o creemos ser víctimas de una injusticia que agrede directamente a lo que consideramos es el orden natural de las cosas. Esta "agresión" no tiene lugar a la duda cuando perdemos a un hijo, y muchas preguntas afloran espontáneamente, y sin que uno sea filósofo de profesión o vocación: ¿Qué gana Dios llevándose a mi hijo? Yo he sido correcto y bueno con todo el mundo, ¿por qué entonces Dios me castiga con semejante sufrimiento? ¿Qué sentido tiene ya la vida si me arrebatan mis propias entrañas?

Las respuestas a estas preguntas han sido diversas a lo largo de los siglos, y las interpretaciones, las sociedades y culturas, las personas, las ideas, etc., influyen decisivamente en nuestro modo de afrontarlo. Cada día -y supongo que mientras escribo esto, semejante "injusticia" le está sucediendo a cientos de personas-, debemos enfrentarnos a la cruda realidad de la existencia: ahora estamos, y mañana puede que ya no. Y aunque obviemos tal verdad inquietante, jamás esquivaremos la hora de nuestra muerte. Jugamos una partida de ajedrez perdida de antemano por un gran maestro perfecto e implacable, y nuestra única esperanza es durar en la propia partida tanto como podamos.

Resulta relativamente fácil para nosotros aceptar el hecho de la extinción, porque es un vacío al que no deseamos asomarnos y para el que la vida consciente no tiene respuesta. No obstante, sus implicaciones van mucho más allá del apego que tengamos a nuestro pellejo: ¿Y qué hay de la muerte de los demás? El bueno de Epicuro nos decía algo así como que en la muerte ya no somos, así que no debemos preocuparnos por ella, pero se olvidó de ese sentimiento terrorífico de vacío que nos invade ante la desaparición repentina de otro ser humano, de un ser querido al que no veremos jamás. ¿Entonces qué, mi buen Epicuro? Por ejemplo, un romano de pro como lo fue Cicerón, quedó tan herido tras la muerte de su hija, que caería, al menos por un tiempo, en las garras del "misticismo", dejándonos un bello testimonio de eso que hoy día vemos tan a menudo.

Así llegamos a otra cuestión interesante. Históricamente el sentimiento, el sufrimiento ante la pérdida de un hijo no ha sido el mismo, y aunque nos parezca crudo, durante aquellas etapas de la Historia anegadas de mayor mortandad y cuya esperanza de vida era considerablemente más corta (es decir, todos los siglos anteriores al XIX, aunque con matices de todo tipo), se aceptaba con resignación y temple la muerte de los niños, dado que su expectativa de vida era en muchos casos dudosa hasta la madurez. Perder un hijo era un mal habitual ante el que los padres se resignaban y contenían su llanto. Era un golpe duro pero no una tragedia insalvable. Este hecho comenzaría a cambiar muy poco a poco a partir del siglo XVIII, si hacemos caso de uno de los capítulos de mi venerada Historia de la Vida Privada, cuyo título reza significativamente: ¡No quiero que muera!

En dicho capítulo se detalla la lucha contra la resignación de una madre ante la agonía de su hijo. Y esto constituye un cambio de paradigma en la vida familiar, y de cuya herencia todos somos beneficiarios. El mundo occidental moderno y tecnificado no puede tolerar que sus hijos mueran antes de llegar a la madurez, y a ese orden mantenido por la tecnología y los avances científicos, nos hemos acostumbrado. Y quizás por eso nuestro dolor no conozca límites ante el hecho de la pérdida. En un mundo donde la tasa de fertilidad está en umbrales de risa (uno o dos hijos por pareja), la muerte de uno de ellos es un mazazo que muy pocas personas están dispuestas a tolerar y asumir así como así... Ahora que recuerdo, y en realidad cambiando de tercio, en el telediario vi atónito una vez a un pastor protestante asumir de un modo estoico y admirable la muerte de su hija por una fatalidad doméstica: "Dios ha decidido llevarse a mi pequeña". Me quito el sombrero...

La siguientes preguntas ante la muerte de nuestro hijo, o cualquier ser querido, podrían ser: ¿A quién culpar?, ¿contra quién dirigir nuestra ira infinita e inconsolable?... ¿Alguna idea?

Dios, o esa persistente lucha de la Metafísica Occidental contra sí misma

La idea primigenia de "unidad" sistémica de la Realidad en nuestra civilización occidental, tiene su origen en Grecia, si bien son muchas sus interpretaciones. Esa idea de última y radical unidad de todo lo real tiene principalmente su basamento metafísico en Parménides, Platón y Aristóteles, las torres de la filosofía griega. No obstante, sus interpretaciones son aún diversas y, pese a lo que frecuentemente se afirma, carentes de ese tipo de religiosidad que imponen las religiones de misterios del Mediterráneo y las filosofías gnósticas y tardoplatónicas con las que habitualmente lidiamos aquí. Para Parménides, los atributos perfectos del Ser quedan plasmados en la visión poética de la Diosa; para Platón, la unidad queda asegurada por el theos del Timeo, y para Aristóteles, siguiendo la estela de su maestro, tal radicalidad de lo real, queda plasmada en el theos de la Metafísica y la Física; ese "motor" autogenerador de la revolución perpetua del cosmos descrito en género neutro. En definitiva, tanto en Platón como en Aristóteles, ese dios queda desprovisto de todo halo religioso, al menos en el sentido dado por las filosofías posteriores durante el apogeo del Imperio Romano.

Por lo tanto, una casilla menos en este Quién es Quién de la culpa teológica, o si no, piénsenlo bien: ¿Cómo podríamos hacer partícipe o causa de nuestro dolor a algo informe, desprovisto de toda carga y legitimación moral? A un mero mecanismo cosmológico. ¡Sería como echarle la culpa a la Gravitación Universal de que alguien hubiera resbalado y caído al vacío! No obstante, con el cristianismo semejante concepción cambia (y estoy simplificando, pero no quiero desarrollar una tesis doctoral aquí, sino comentar una peli), y Dios Padre Todopoderoso gana adeptos a causa de su infinita bondad y misericordia; en otras palabras, por fin pudimos contar con una religión con rostro humano, más allá del poético politeísmo pagano. Por lo tanto, esta vez sí, aprendimos a arremeter contra Dios. A partir de que esta idea cobrara vida en nuestro magín colectivo, ya podíamos lanzar piedras contra nuestro malvado creador, como la plebe hacía con las imágenes de los templos romanos: ¿Por qué te llevaste a mi hijo? ¿Por qué permitiste que eso pasara?...

Afirmamos además que esta concepción de Dios es "occidental" porque efectivamente es así. Toda pretensión de universalidad ante el sentimiento de injusticia y ante el supuesto binomio ateísmo-teísmo, es un vano intento europeo de etnocentrismo filosófico. Por ejemplo, filosofías religiosas como el budismo son constitutivamente ateístas, en el sentido de que no consideran siquiera la posibilidad de que exista una unidad fundamental de la realidad, y muchísimo menos un Dios único e inapelable (de hecho, se mofan de tal idea, afirmando la existencia de infinitos mundos y formas de vida). Y ni qué decir tiene que existen muchísimos conceptos sobre lo divino que sencillamente escapan a estos nuestros parámetros filosóficos consagrados por la metafísica griega y la religión que vino de Israel; por ejemplo, ¿cuál sería la respuesta ante la muerte de un ser querido de una tribu animista africana? Las respuestas a estos interrogantes las salda con maestría el trabajo de campo antropológico, y a él les remito.

Actualmente, todas las filosofías autoproclamadas "ateas" necesitan urgentemente desprenderse de esa carga que es Dios, y en no pocas ocasiones, y adoptando ese aire panfletario tan decimonónico, afirman aquello de que "Dios ha muerto". Y tanto la exaltación de la naturaleza y la humanidad desprendida de toda metafísica de Nietzsche, como el ateísmo salvaje sartreriano que ve en el cosmos una maquinaria ciega e indiferente,necesitan aniquilar ese abanto concepto de Dios, que se derrama en el mundo cristiano-occidental y árabe como un riachuelo imperturbable y enfermizo. Y así llegamos a uno de los cauces del nihilismo, tan agudamente comentado por Camus en su obra El Mito de Sísifo, con relación, cómo no, a la obra de Dostoievski.

¡Déspota malvado! ¡No existes, no puedes existir!

Hace ya bastantes años que leí una obra fundamental de la ciencia política, a cargo de Max Weber; se trata de su ensayo El político y el científico, en el que (qué iluso él), proponía un tipo de perfil político que supiera y fuera consciente de la naturaleza humana, de sus taras y de sus anhelos, y que precisamente gracias a tal conocimiento pudiera enfrentarse de mejor modo a la difícil e ingrata tarea de gobernar a sus semejantes. No me acuerdo exactamente a qué venía, pero evidenciaba una lucidez extrema ante la idea misma de Dios: este mundo es injusto y por ende Dios no existe, o sencillamente tratamos con un Dios carente de bondad e indiferente.

Y así llegamos inevitablemente a Dostoievski. Aún se me pone la carne de gallina cuando recuerdo esos dos capítulos de su obra magna Los Hermanos Karamázov: "Rebeldía" y "El Inquisidor General" En ellos, Iván Karamázov discute con su hermano Alioscha las maldades del mundo, y el porqué de su negra melancolía e incluso su desprecio e indiferencia por el prójimo, la humanidad y Dios mismo. Y como si la inteligencia le hablara al espíritu, expresa su rabia e incomprensión ante un mundo terriblemente injusto, doloroso y desvirtuado, donde el dolor infinito de los niños y las criaturas puras e inocentes no encuentra justificación alguna. En fin, no les digo más, tan sólo léanlos y piensen sobre ellos tranquilamente, empleando la cabeza, el corazón y las entrañas a la vez.

Consideraciones intempestivas (a modo de conclusión)

En la película se afirma al comienzo una sencilla filosofía enseñada por "las monjas" (narrada por la voz aterciopelada y susurrante de la mamá), a saber, que existen dos caminos: uno es el de lo divino y otro el de la naturaleza. El primero no se ocupa de sí mismo sino de los demás, y es desprendido y amante de todas las cosas; sufre humillaciones e insultos pero sigue adelante sin importarle lo que le ocurra. Es generoso y amable, y protege antes que agrede. El segundo, el de la naturaleza, es un camino vanidoso que busca encandilar y conquistar, y su carácter es pendenciero y luchador. Y pensando y repensando dicha "filosofía", no podía por menos que burlarme de su deliciosa simplicidad. En efecto, el amor por las cosas no obsta la lucha por la defensa de las mismas, y de hecho, es casi un deber de las criaturas que aman la vida, la vinculación a las bellezas e intrigas de la "vanidosa" y "señorona" naturaleza. El camino que opta por no luchar es un camino fácil y sin derrota, y desde mi punto de vista justificable en muy pocos casos; podríamos acabar como el clérigo de El pabellón número 6 (un relato admirable de A. Chéjov), que miraba con rubor hacia otro lado ante las injusticias y brutalidades de sus congéneres. Y nada hay menos cristiano que la cobardía y la pusilanimidad, al menos atendiendo a los Evangelios, ¿no? En definitiva, tal punto de partida me parece una chorrada pseudo-filosófica, más propia de ninfas del bosque que de seres humanos con corazón y sangre en las venas. Se lucha porque se ama. Lo demás son, desde mi humildísimo punto de vista, zarandajas y ventas indiscriminadas de humo.

Volviendo al tema de Dios, la injusticia y la muerte de los seres queridos (que es el nudo gordiano de la película, no lo olvidemos), yo no puedo concluir nada consistente, como no lo han hecho tantas generaciones de hombres antes que yo. Naturalmente, me considero heredero de mi tradición filosófica griega, y no puedo ni quiero desprenderme de sus taras. Ahora que recuerdo, el Dr. Leandro Sequeiros, del que ya hablé hace tiempo, me envió un artículo suyo magnífico ("Stephen Hawking The Grand Design y los medios de comunicación: filosofía, ciencia y religión"), que hablaba precisamente del supuesto binomio teísmo-ateísmo, en relación con las teorías siempre efectistas y publicitarias de nuestro amigo Hawking. En dicho artículo, el Dr. Sequeiros se hacía eco de una frase de J.B.S. Haldane que hago propia sin ambages:
"El universo no es sólo más extraño de lo que se supone, sino más extraño de lo que cabe suponer".
¿Qué más puedo añadir, pobre mortal? Quizás me resta armarme de valor y atacar a estos jaleadores de varios frentes que repiten consignas idiotas y nada meditadas, basadas todas ellas en retales de "ideologías" chorras. Desde los autobuses "ateos" hasta las insostenibles ideas pseudofilosóficas de Hawking (y propagadas ad infinitum en los medios de comunicación), y esto no porque mantenga lo contrario (que creo en Dios y no sé qué), sino porque sé bien que el problema es aún mucho más profundo, complejo y lleno de matices, y que necesita de una capacidad craneal más evolucionada que el contertulio medio de la Cadena Ser (o de la Cope, que tanto monta, monta tanto). Ahora bien, siempre hay que tener en cuenta que la idea del Dios bondadoso que habitualmente defiende la Iglesia se tambalea ante el mero hecho de la muerte de un solo niño. Quién sabe, quizás deberíamos empezar a plantearnos la idea de una dimensión religiosa más madura y adecuada a la dura realidad de la vida. Además, no hay que olvidarlo: las ideas de Dios son infinitas y algunas de ellas están dotadas de una belleza inigualable, como la sostenida por nuestro hermetismo, o por los herederos del lulismo, la pansofística y el neoplatonismo, o como las defendidas por El Libro de los Veinticuatro Filósofos, o por filósofos renacentistas como Giordano Bruno, Tommaso Campanella, Nicolás de Cusa, Francesco Patrizi, Baruch Spinoza, o por los deístas posteriores de todo orden y condición. Tan sólo busquen y descubran cómo esas concepciones inmanentistas de Dios establecen una relación entre éste y el mundo más estrecha, natural y luminosa, huyendo de brumas gnósticas y mundos muertos y desvinculados de la realidad divina. Y esto háganlo por deleitarse a causa de su poesía o saber más acerca del basamento metafísico de Occidente, que es más rico y diverso de lo que habitualmente el vulgo supone.

Es más, comentando el supuesto mensaje de la película durante su hilarante final (al menos por lo que yo entendí), me pareció francamente escabroso el hecho de que en un alarde poético, una madre "entregue" a su hijo a un cosmos amable, luminoso, y como de terciopelo. En fin, patético. No sé si nos reencontraremos con nuestros seres queridos en el otro mundo (si es que existe continuación de la conciencia o persistencia del alma tras la muerte), pero de ahí a reconciliarnos en plan chupi-guai con la maquinaria divina, va un paso de gigante. Nadie nos va a librar de la tragedia y el dolor ante la muerte; lo único que podemos hacer, desde mi siempre humilde y desdeñable perspectiva, es volvernos más fuertes.

Crítica cinematográfica

Si no fuera porque estoy escribiendo en una revista académica seria, diría lo que pienso de la película en una frase malsonante, corta, seca y conclusiva, de esas que no dejan lugar a dudas acerca de tu pensamiento, y que normalmente se profieren en un bar. ¿La están imaginando? Bien. Y ahora pongámonos serios y al lío:

La película no es tal película, sino un cúmulo de imágenes deshilvanadas y metidas a presión sin un guión o una dirección como Dios manda. Un tercio de la película se dedica a una interminable, absurda, pretenciosa y ridícula sucesión de bellísimas y poéticas imágenes y secuencias del cosmos (como ya dije, los planetas, la geografía terrestre, el mundo animal, etc.), como si estuviéramos en la serie de Carl Sagan o en cualquier documental del National Geographic. Por supuesto, el "marco" (tengo que llamarlo de algún modo) de tal despropósito es la historia de una familia sureña y sus problemas familiares y diatribas metafísicas, causados por el padre primero y "luego" (entre comillas porque no hay un hilo conductor temporal claro), por la muerte de uno de los tres hermanos. Además, mucha parte del metraje se dedica a escenas insustanciales entre los miembros de la familia, o bien a la zona residencial en la que habitan, o a cualquier otra tontería, lo que provoca en el espectador un sentimiento de apatía y enfado creciente.

Asimismo, el director nos abandona la mayoría del tiempo a nuestra suerte, y navegamos al pairo en una sucesión infumable y mareante de imaginería casi aleatoria que más parece un vídeo musical o un poema gráfico que otra cosa. Es más, afirmo que el cine no puede alcanzar determinado grado de abstracción por las buenas, y sólo de un modo muy superficial o indirecto o sutil, puede introducir al espectador a un concepto filosófico complejo. Y lo peor de todo es que viendo las críticas aquí y allá (tan sólo abran el Google y lean), los entendidos no la dejan mal, si bien se critica tibiamente sus exabruptos documentales. Me da la impresión de que este rollo es el típico producto pseudo-intelectual snob que en según qué círculos es de mal tono criticar, por aquello de que no te vayan a tomar por tonto o simplón. Yo, como el elemento social me lo salto por inútil, digo lo que pienso, y por lo tanto concluyo que si quieren que le tomen por idiota, acudan a las salas de cine.

¿Algo bueno? Sí, su magnífica banda sonora. La compraré en cuanto pueda, no lo duden.

Por cierto, al final de la película (los que se quedaron, porque un tercio de la sala abandonó antes del final), la gente aplaudió sarcásticamente. Todo un logro de Malick que resume bien de qué va el tema. Lo cierto es que por momentos me sentí como Lilly en Cómo conocí a vuestra madre; para los que conozcáis la serie, el símil no tiene precio. ¡Hasta pronto, amigos!

domingo, 22 de mayo de 2011

Errante y perplejo


Inclina tu oído y escucha las palabras del sabio y aplica tu corazón para entenderlas (Pr 22, 17).

Con su permiso, hoy les voy a dar nuevamente una vuelta por un lugar muy especial y bello de Granada. El motivo de hacerlo es sencillo: siempre he pensado que para cristalizar el conocimiento adquirido, para aprehenderlo como Dios manda, uno necesita ubicar y desarrollar tal conocimiento en alguna parte. Me explico. Yo necesito tener un espacio adecuado para leer y pensar, y además necesito hacerlo en absoluta soledad y silencio (dos elementos importantísimos cuando lo que se pretende es escuchar esa vocecilla interior que nos guía y enseña); y por ende, es esencial para mí encontrar tal espacio en la ciudad que habito en cada momento. En Salamanca tenía mis espacios particulares (lugares que echo de menos desesperadamente, por cierto), y en Granada, se me ha hecho muchísimo más difícil encontrarlos. En fin, no sé por qué será (o sí lo sé y me lo callo), pero es evidente que las bibliotecas, espacios universitarios y de retiro "espiritual", etcétera, son más escasos y preciosos en esta ciudad andaluza. No obstante, todo es rascar, y por derecho propio uno de los cármenes más conocidos de la ciudad se ha convertido para mí en ese lugar de reflexión y soledad que necesito. ¿Su nombre y emplazamiento? Seguro que los granadinos ya lo han acertado (y algunos foráneos). No obstante, y si a ustedes no les importa, antes de introducir nombres y direcciones, voy a describir un poco (los nombres no dicen nada, ¿no creen?).

Hoy mismo he estado en ese maravilloso espacio, donde se unen un palacete de inspiración romántica y modelo neoclásico y alhambreño (a mí al menos me lo parece), una vista bellísima y privilegiada de la ciudad, una cercanía envidiable a la Alhambra, arboledas y fuentes exhuberantes y esculturas melancólicas y dolientes, pavos reales enseñoreándose mientras muestran desvergonzados su exótica hermosura, gatos esquivos y pilluelos, ánades chapoteando despreocupadamente, flores en plena ebullición erótica, y restos de antiguos huertos trabajados por egregias y poéticas manos; porque en este espacio maravilloso moró nada menos que San Juan de la Cruz, ligando esta ciudad nazarí con mi pasado salmantino. Ambos espacios: universidad y monasterio, se unen para fundir por un solo instante la vida de esta preclara y hermosa pluma castellana con mi propia biografía... En fin, sé que mi estilo es cursi y decimonónico, pero esta es la definición más exacta que he podido hacer del enclave conocido como Carmen de los Mártires, un espacio de ensueño donde la naturaleza y la visión romántica de la vida se dan la mano, dejando perplejo al visitante ante su belleza sin par.

Como una imagen vale más que mil palabras, he aquí algunas instantáneas que saqué hoy mismo:



Una hermosa fuente circundada por solemnes estatuas...


Un palacete "romántico", el recinto ideal para los pavos reales y para las bodas...


Un patio interior de clara inspiración alhambreña...



Un pavo real andando tan tranquilo por su insigne hogar...

Y hablando de perplejidad, para mi visita de hoy al Carmen de los Mártires, escogí dos lecturas que me parecieron de lo más apropiadas. La primera de esas lecturas fue la Guía de Perplejos (-1190) de Rabbí Mošé ben Maimón, más conocido por el nombre helenizado de Maimónides. Dicha "guía" no es sino un sofisticado constructo metafísico que aúna filosofía y exégesis escrituraria, basándose en la obra del "Príncipe de los Filósofos", es decir, en Aristóteles, y considerado por otros autores medievales como Santo Tomás o Dante Alighieri, como el filósofo por antonomasia. Por cierto, la edición que manejo es la de David Gonzalo Maeso, publicada por primera vez en 1983 y reeditada por Trotta. Como nota al margen, el Dr. Gonzalo Maeso (1902-1990) fue catedrático de Filología Hebrea de la Universidad de Granada hasta su fallecimiento. Este libro, que había adquirido hacía casi un año, dormía el sueño de los justos en mi estantería y no pude sino rescatarlo y comenzar a devorarlo con avidez. ¿La razón? Pues es bien sencilla; en realidad, no creo que haya tantos libros de filosofía verdaderamente imprescindibles en esta vida, y entre ellos podemos incluir la obra platónica (y en particular, la República), y la aristotélica (y en particular, como todo el mundo sabe, la Metafísica). Es decir, que si todo desapareciera en un colapso sísmico-nuclear, creo que cabalmente podríamos deducir y reconstruir buena parte del basamento intelectual de Occidente (es decir, lo que somos) en estas dos obras. No obstante, la vida siguió su curso, y no se detuvo en los filósofos antiguos, por lo que a estos dos colosos griegos habría que unir también la obra de este erudito judío de origen sefardí (nacido en Córdoba, concretamente, en el año 1135). Y es en esta supuesta decadencia en el interior de una decadencia mayor (vivimos la desmembración del Califato, la retirada almorávide, y la entrada en escena de los temibles almohades), donde se fragua la obra de Maimónides, titánica tanto por su forma como por su contenido. Sobre el resto de obras filosóficas "imprescindibles", hablaré otro día.
Pues bien, esta nuestra Guía, estaba destinada más a los versados en filosofía y exégesis "bíblica" que a los ignorantes en tales materias. Es decir, que dicha obra trataba de aclarar conceptos y perfilar la correcta utilización de términos previamente aprendidos, con el fin de que los estudiosos no se perdieran en equívocos debido a lecturas excesivamente literales y en definitiva erróneas, de la Torá (i.e. interpretaciones no polisémicas o polivalentes, y teniendo en cuenta que el pensamiento religioso se vale invariablemente de la metáfora para construir su sentido). Alguien se preguntará, no obstante, que qué importancia tiene el pensamiento de Maimónides para un estudioso del hermetismo. Y la respuesta la podremos hallar, por ejemplo, echando un vistazo al estupendo artículo de Moshe Idel (probablemente el máximo especialista en la materia): "Hermeticism and Kabbalah", enHermetism from Late Antiquity to Humanism, Turnhout (Belgium): Brepols, 2003, pp. 385-428. En dicho artículo, Idel deja clara la separación entre los partidarios de una teología y una mística heterodoxas (casi invariablemente de inspiración neoplatónico-hermética), y aquella representada por nuestro erudito cordobés, que defendía un tipo de interpretación más "racional", sesuda, equilibrada y en definitiva, aristotélica, de las Escrituras. No obstante, ambas posiciones se intercambiarán y confudirán continuamente, y conviene que analicemos por tal razón el pensamiento de cada autor en particular; de hecho, algunos cabalistas posteriores llegarían a apoyar sus argumentos en nuestro peripatético sabio, como demuestra una epístola atribuida a Maimónides en la que se relata un proceso revelatorio de carácter onírico-astral (MS London, British Library, Or. 19788, ff. 4v-5r; Moshe Idel, op. cit., pp. 391-393).

Más aún, el "Águila de la Sinagoga" (como así fue llamado nuestro Maimónides), deja a las claras su desprecio por nuestro hermetismo en una carta enviada a Šemuel ibn Tibbón (quien tradujo al hebreo su Guía), y que dice así (cfr. Moshe Idel, op. cit., p. 389):
"Los libros de Empédocles, los libros de Pitágoras, los libros de Hermes y los libros de Porfirio, representan todos ellos una filosofía antigua sobre la que no merece la pena gastar el tiempo".
Como se ve, poco debe importar al estudioso que una filosofía sea contraria a su objeto de análisis, porque la Historia actúa como una charca turbia y ondulante, en la que lo que antes era negro ahora es blanco y viceversa. En una palabra: hay que estudiarlo todo dentro de nuestras posibilidades, no desdeñando las obras clásicas de cada periodo y volviendo una y otra vez a los conocimientos básicos, y deteniéndonos continuamente en el estudio de las lenguas antiguas. De ahí la inutilidad de ciertas visiones académicas y extra-académicas, que desprecian la labor de edición crítica y la necesaria multidisciplinariedad, a favor de una especialización recalcitrante y estéril.

La segunda de las lecturas añade el carácter errabundo propio del escritor, filósofo y vividor romántico. En efecto, estuve leyendo también Le Génie du Christianisme (1802), de François-René, vicomte de Chateaubriand, una lectura muy adecuada y amena para el lugar en cuestión, donde la mística poética del cristianismo se entrelaza con la belleza y el erotismo mundanos (yo tengo en casa la edición de El buey mudo, Madrid, 2010). Y sí, lo cierto es que resulta fácil considerarse a sí mismo cristiano cuando a uno le da el sol estival, escucha el inquietante titar de los pavos reales y siente la brisa perfumada de las flores, y mientras placas y bustos nos recuerdan el paso de excelsos místicos y escritores. Y es en esa región solitaria en la que nos movemos algunos errantes perplejos, aferrados a la naturaleza y al estudio en la era de la tecnología y la imagen, maravillados por la heterodoxia pasada en el culmen de la ortodoxia posmoderna (otra forma de demoninar a la cutrez y la frivolidad modernas). Melancólicos y henchidos de esperanzas caminan y caminaron los Zorrilla, los San Juan de la Cruz y los Chateaubriand; por entre los hermosos cármenes recortados contra la Alcazaba y la Sierra Nevada. En fin, como ya dijera un princeps filósofo, toda vida es una guerra y un exilio, y qué razón tenía, el insigne varón.


Un busto en homenaje a San Juan de la Cruz, situado en el antiguo huerto del monasterio...

Por otra parte, sigo animando a los lectores a que visiten no sólo este magnífico lugar, sino también la Alhambra (justo al lado, como saben), porque además ahora cuentan con un título único en su género para preparar la visita: Leer la AlhambraGuía visual del monumento a través de sus inscripciones, publicado por el Patronato de la Alhambra y el Generalife y Edilux S.L., a finales del pasado año 2010. Dicho título resulta imprescindible si uno desea conocer la Alhambra más a fondo, y su autor, como no podía ser de otra manera, es José Miguel Puerta Vílchez, al que estimo como persona y como investigador, y del que continuamente estoy aprendiendo cosas nuevas. Mi última visita guiada por la Alhambra fue bajo su "tutela", y les aseguro que fue una de las cosas intelectualmente más enriquecedoras que he tenido la oportunidad de vivir en los últimos tiempos. Y si se preguntan el porqué de hacerse con tal título, tengan en cuenta que la Alhambra es, como bien deja claro Puerta Vílchez, una "arquitectura de palabras", cuyos palacios hablan por sí mismos sin necesidad de fuentes y manuscritos, y por lo tanto, tener la facultad de leer los bellos mensajes alhambreños nos asegura el pleno aprovechamiento de nuestra visita al monumento, además de apreciar de mejor manera su calidad estética, indefectiblemente unida al sentido del palacio islámico.

Finalmente, tengo que decir que la revista va bien, y ya tengo proyectado el primer número, que versará sobre el concepto degnôsis. Espero que al menos dos investigadores más se unan a este primer número dotado de todas las garantías académicas oportunas, y en fin, en los próximos meses iré subiendo más cositas a esta flamante Studia Hermetica Journal. Paciencia. Ah, y no querría dejar de agradecer a Eulàlia Tort, la responsable comercial de Herder Editorial, su amable apoyo y dedicación con el proyecto. En fin, termine cuajando o no, es de agradecer que todavía hoy existan personas amables y con cierta visión para las cosas. Muchas gracias.

He pensado muy mucho si escribir esto que sigue o no, pero lo voy a hacer porque no sólo de criticar vive el hombre. A veces hay que arrimar el hombro y gritar al unísono con el semejante, por muy abyecto que éste te parezca. Y algo así me ocurre con este tema de las sentadas, acampadas y manifestaciones de la llamada Democracia Real y toda esta historia del 15-M. En fin, ignoro si esto degenerará en partido político o si terminará siendo copado por cuatro intelectualoides ávidos de chupar cámara, etc., pero de momento comulgo con muchos de sus principios. Nuestra sociedad es lo suficientemente culta y madura (o por lo menos tiene los recursos para serlo), como para permanecer en manos de una piara de imbéciles, analfabetos y caraduras, que sólo miran por sí mismos. De haber un nuevo sistema político para el siglo XXI, éste debería encauzarse por una progresiva democratización, y sobre todo a través de la sofisticación de los gobernantes y de los gobernados. La gente trabaja, estudia, piensa y ya cuenta con los apoyos y el conocimiento suficientes como para no tragarse cualquier chorrada y entrar por el aro, como perros amaestrados. No quiero que esto parezca una soflama política (porque no lo es), pero ya va siendo hora de que la sociedad se decida a despertar a algunos sonámbulos y solipsistas que llevan reinando demasiado tiempo. La inteligencia, la cultura y el talento deberían copar todos los rincones de la Administración Pública y de las empresas privadas, y no esos gremios repletos de paniaguados que son los partidos políticos y sus bombo-platillos mediáticos. Por eso, veo genial que los ciudadanos (es decir, no los "estudiantes", o los "perroflautas", o los "intra-sexuales", o las "víctimas de no sé qué", etc.) griten ¡basta! al unísono, y seguidamente nos pongamos a trabajar y pensar en cómo podemos resolver esto, con o sin políticos, sindicalistas, banqueros o periodistas.

martes, 12 de abril de 2011

Un paso adelante: Studia Hermetica Journal



"What good are torches, light, or spectacles, to folk who won't see?"


Studia Hermetica evoluciona, y me siento más que satisfecho por ello. El siguiente paso era evidente para mí desde el principio: convertir este mi proyecto en una revista en toda regla; el único cambio en mi primigenia concepción ha consistido en el tiempo, dado que ha sido mucho más rápido de lo que yo mismo esperaba, y lo ha sido porque tengo un interés especial en que todo lo que se publique se haga de la manera más solvente posible, y qué mejor manera que en el marco de una publicación académica avalada científicamente por instituciones de prestigio y dotada de los requisitos formales habituales para dicho menester. Además, tengo que dar las gracias a la Biblioteca Nacional por su impecable y puntual tramitación del ISSN.

Studia Hermetica Journal cuenta con un subdirector de la talla de Francisco García Bazán, que es, hoy por hoy, uno de los investigadores en el ámbito hispanohablante más reconocidos, y de hecho, el autor junto con Montserrat Torrents y Antonio Piñero de la edición crítica de los Hermetica de Nag Hammadi. Eso entre otras muchas cosas. Asimismo, nuestra revista nace avalada por el Departamento de Filología Griega de la Universidad de Granada, y en particular por su catedrático, José Luis Calvo Martínez, puede que el investigador más reputado en temas de magia antigua en nuestro país. Asimismo, y como todo el mundo sabe, la Sociedad Española de Historia de la Alquimia y obviamente la misma Azogue, reconocen la valía académica de este nuevo proyecto. El apoyo de Miguel y de Mar ha hecho que este nuevo paso sea posible de muchos modos. Finalmente, he de dar las gracias a mi amigo Francisco de Mendonça Jr., al que espero ver pronto por tierras europeas y españolas.

Resumiendo: Studia Hermetica Journal (SHJ) nace fuertemente avalada y ya tiene carta de naturaleza formal, bajo la forma del Depósito Legal y del ISSN. Los detalles técnicos de la revista son los siguientes:

Legal Deposit: GR 760-2011.
ISSN 2174-0399.
Year of publication: 2011.
Publisher: José Iván Elvira Sánchez.
Place of publication: Granada (Spain).
Periodicity: Irregular.
Director: José Iván Elvira Sánchez.
Assistant Director: Francisco García Bazán.
Scientific Board: Mar Rey Bueno, Miguel López Pérez, Francisco de Mendonça Jr.
Languages: English, French, Spanish, Italian and Portuguese.
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Navegadores soportados: Firefox, Internet Explorer (hay un serio problema con la visualización de la página en su última versión).
Aclaro que este nuevo proyecto no nace de mis ansias ególatras, y como un intento bastardo de equipararme a Azogue. Es más, considero que Studia Hermetica es una continuación de ese proyecto pionero que es la revista Azogue, y pase lo que pase, así lo seguiré considerando. Azogue es el marco de trabajo en el que siempre me moveré, y agradezco a todos los que la hacen y especialmente a José Rodríguez, el que me hayan apoyado desde el comienzo y sobre todo que me hayan enseñado cómo se trabaja en esto de la investigación. He de aclarar a su vez que Studia Hermetica Journal no nace con ansias de prestigio, y de hecho, este primer y pequeñuelo número introductorio nace pura y exclusivamente como una forma, como otra cualquiera, de inaugurar la página, y lograr la consecución del ISSN. No se pretende desde el principio deslumbrar con su buen hacer, sino elaborar un marco de trabajo útil, ordenado y atractivo. Y ello debido en parte a mi propio talante: yo necesito trabajar sobre una superficie ordenada, limpia y "digna", y publicar cuando quiera y acerca de lo quiera con total libertad. Adoro esas palabras: dignidad y libertad, y eso es lo que pretendo lograr con este proyecto. Ni más ni menos. En fin, a lo largo de este año espero publicar al menos un número más, esta vez sí, con todas las garantías académicas que pueda reunir con estas manitas y este intelecto míos (y del resto de colaboradores, obviamente).

No me detengo mucho más, porque los detalles ya se encuentran en este número introductorio y en la misma New Studia Hermetica's Website.

Asimismo, he incluido junto con el número exclusivamente académico, otro de carácter literario. La razón de hacerlo de este modo, es sencillamente unir al menos tres de mis inquietudes más enraizadas y profundas: La Historia, la Filosofía y la Literatura. Además, en dicho boletín literario escribiré exclusivamente en español, así que animo a mis lectores hispanohablantes a que continúen con mis locuras pero esta vez desde otro ámbito más artístico. Yo estoy más que satisfecho con estas dos producciones literarias, que tienen mucho que ver con las cosas sobre las que he leído, pensado y escrito durante los últimos años. ¡Ay, cómo quiero a mis hijas Julia y Beatriz!

Mi principal objetivo en esta vida es producir y crear: Obviamente no a cualquier precio, como las cacatúas o los necios. Juro que no es una impostura o un tontorrón afán de protagonismo: para mí es una necesidad expresar mis pensamientos, sentimientos y anhelos sobre un papel (en este caso virtual), y los que me conocen lo saben y aprecian. Espero y deseo enseñar, entretener y maravillar, con el fin de que mucha más gente se enamore del conocimiento y de la belleza, y de este planeta asombroso en el que habitamos. Y qué mejor manera que a través del ejercicio de leer y de pensar, dos tareas encomendadas al alma, a la que hemos de dar de comer con el mismo ahínco que a cualquier otro órgano de nuestro cuerpo.

Por el contrario, quiero que quede claro: a mí no me interesan las licenciaturas, los másteres, los doctorados, los cursos, los congresos y demás ejercicios vacuos de erotismo colectivizante o de "titulitis". En cualquier caso, éstas son cosas secundarias y pasajeras. Mi pasado estudiantil ha sido dilatado, accidentado y en términos generales poco brillante, aunque muy denso y fructífero, en parte porque detesto la dimensión social de cosas que pertenecen a "la intimidad de uno mismo" o al mero talento personal. Mucho más: mis orígenes son obreros y humildes, y por eso detesto la impostura y el elitismo burgueses. Hay muchos parásitos en este mundo, y no me refiero a plusvalías marxistas, precisamente.

Puedo decir que admiro algunas cosas, y entre ellas, me gustaría destacar la genialidad, el trabajo constante, la decisión y la valentía. Y desprecio por el mismo razonamiento, la medianía, la levedad, la soberbia y la indolencia de los idiotas, ("virtudes" que veo diariamente a mi alrededor, y que en muchos casos llevan a sus portadores al éxito social dentro de sus respectivas y abyectas tribus). Habrá quien me entienda y habrá quien no. Genial: no busco tanto popularidad como el respeto. Y yo me entiendo.

Aquí sigo, dando guerra. Y prometo que si la pelona no se interpone "antes de tiempo", tendrán ustedes Iván para rato.

Muchas gracias, amigos.

domingo, 27 de febrero de 2011

The New Studia Hermetica begins here...


Pues bien, he aquí que otro proyecto comienza. Un proyecto que se titula del mismo modo que este porque ambos son una misma pieza en mi lógica de avanzar lenta pero inexorablemente en el conocimiento de las filosofías y corrientes de pensamiento heredadas de la Antigüedad, y en la difusión de este conocimiento "académico" (contrastado, fundamentado, razonado, científico), al gran público. Y además, tratando de ser amenos sin caer en lo cutre. Y la razón de este nuevo eslabón de la cadena es el que muchos más lectores se me unan en esta empresa. Resulta evidente que el inglés se ha convertido en la lengua vehicular del conocimiento a escala global, y no pretendo cerrarme las puertas a esa enorme y variopinta cantidad de curiosos, aficionados y especialistas que pululan por la red, y que no pueden o no quieren leer en la preciosa lengua de Cervantes.

Azogue es (y hasta donde yo sé, seguirá siendo) una revista electrónica escrita en español, y me parece genial que así siga siendo. No todos los recursos tienen por qué estar redactados en la lengua de Shakespeare, y si nosotros nos tenemos que romper la cabeza aprendiendo francés, italiano, alemán o inglés, ¿por qué no nos van a devolver el favor aprendiendo una de las lenguas de mayor relevancia del mundo?

Por otra parte, este nuestro orbe está cambiando a marchas forzadas, y estos cambios operados en la forma de comunicarnos, afectan de especial manera al modo de conseguir y compartir la información y el conocimiento (que no son la misma cosa). Cualquiera puede acceder en nuestros días a una cantidad de recursos inaudita e impensable para las generaciones pasadas, pero eso no convierte al internauta en alguien más capaz, culto y brillante, sino en cierto modo en una posible víctima de la desinformación y la falta de rigor. Internet es un lugar anárquico y confuso, sobre todo si uno no tiene una preparación previa, y además está el tema de la rapidez informativa. Sencillamente hay cosas que necesitan tiempo para aprenderse y degustarse, y que no pueden ser aprehendidas en una tarde de Twitter. Internet, como todo en la vida, puede ser utilizado sabia y absurdamente. No obstante, Internet se ha convertido por las mismas razones en una posibilidad ilimitada e impagable para darnos a conocer en el ámbito académico, y para que artistas, científicos y humanistas, abran una puerta a sus conocimientos y a sus destrezas artísticas. Tan sólo tenemos que estar atentos, pensar y saber escoger con quién lidiamos y qué leemos, porque perder el tiempo con tonterías no es buen negocio (y os lo dice un perdedor de tiempo profesional). Ergo, tened por seguro que en Azogue, Studia Hermetica y en los blogs y proyectos aledaños, jamás perderéis vuestros momentos de ocio o de trabajo, porque nuestras impresiones y comentarios están basados en la crítica textual y en el trabajo constante y continuado (otra cosa es que no estéis de acuerdo con nosotros, o bien las entradas que lindan con nuestras personales e intransferibles opiniones acerca de lo divino y de lo humano).

Y esto se lo digo a todo el mundo, incluidos nuestros amigos los iluminados de salón, los (para)psicólogos estrambreicanos, los gnósticos pendencieros y demás grey de pseudo-entendidos hermetizantes. Sí, sí, porque nosotros amamos y estudiamos esos textos de los que vuesas mercedes tanto parlotean, y esto quiere decir lo siguiente: buscamos durante años sus raíces y distintas traducciones a través del tiempo (su Stemma Codicum), los anotamos y leemos cuidadosamente, realizamos los oportunos y concienzudos análisis de sus doctrinas, y los preservamos del tiempo, otorgando a las generaciones venideras una reconstrucción lo más fiable que podemos de qué pudo tener en mente el filósofo, historiador o poeta en cuestión cuando escribió lo que escribió. Reconstruimos cuidadosamente un momento “congelado” en el tiempo, por decirlo así. Ergo, no se trata de que juzguemos o no otorguemos valor filosófico a lo que se nos ha legado, sino que muy al contrario lo mimamos hasta el más mínimo recoveco. Y después que cada uno crea en la Virgencita del Rocío (¡guapa!, ¡linda!), en que tirando sal tres veces por debajo de la mesa se nos cura el mal de ojo, o bien que si aprieto mucho los ojos, a Carmen le van a entrar muchas cosquillas en su bendita bisectriz.

Las escalas de profundidad en el conocimiento son infinitas, y están limitadas exclusivamente por nuestro ánimo y por la todopoderosa muerte. Yo adoro profundizar en las cosas: perderme en los laberintos infinitos de los saberes y las galerías umbrías, al contrario de aquellos a los que el largo camino les lleva al desaliento y a la vacua ociosidad. Y por esa razón os animo a que profundicéis cada vez más en todas aquellas regiones del conocimiento y de la belleza en las que estéis interesados. El conocimiento y el goce estético quizás no nos hagan más libres, buenos, educados y mansos, pero sí nos harán más inteligentes, tenaces, curtidos, profundos e interesantes. Las vidas fáciles, planas y rectilínio-uniformes son aburridas y estúpidas, y no merecen ser tenidas en cuenta más que como atrezo. Sapere aude!

ENGLISH INTRODUCTION TO THE NEW STUDIA HERMETICA

Well, back again to this New Studia Hermetica, I’m going to proceed to make a brief explanation about its main features and philosophical mainstream and backgrounds. Firstly, please I beg you to take account that this is not a “second” (or a translation) of our old SH plainly written in English (I deem this sort of undertaking an absurd and a waste of time); on the contrary, this is a new project obviously based in the same label developed during the last three years in Azogue Journal, but delivered attending to a different motto and constructed thinking in a wider public, or in other words, a new virtual platform devoted to learned (and not specialist) people who can read in English and possibly in Frech, beyond researchers and specialists in our range of study. For that reason, the members of this New Studia Hermetica will deal with the matters that they consider appropriate for the correct understanding of the History of Thought, with special reference on the fields normally attached to our inquiries, which many people in Academy linked to the currents treated in the young discipline called Western Esotericism. But this NSH is more than a new Academic platform on Esotericism, Hermetism and related fields. We will deal with Art, History (in a broader sense), Science, and surely we're going to include our comments and opinions. It’s simply a Humanistic project, not attached to a concrete perspective and methodology, outside or inside the Academy. 

In short, since the very beginning, in my mind lies the idea of conceive a fresher and more dynamic platform of share our ideas, considering we’re not just historians, philologists or scientists, but humanists and thoughtful people too, which it mean that we’re eager to spread the love of knowing and go deeper into reality, and finally share our possibly discoveries with others, in order to make this world more habitable and sublime. In fact, I deeply feel that this is the fundamental aim of most Ancient sources, which means that for many Ancient and Renaissance men there wasn’t a real division in the inner heart of wisdom, and consequently we affirm that we are happily agree with those old and venerable authors and opuses. Adopting a sloganic way of talk: We do love Science, as well as Arts and Humanistic disciplines, and we do not give support to the usual isolation between them.  

NEW STUDIA HERMETICA'S FEATURES

Blog format: we’ll try to write and construct concise and brief posts and contributions. Try to consider that our words are simply comments, news, opinions, reviews and overall brief explanations (it’s not in our minds to boring nobody), about whatever we think interesting or useful for the rest, always according to the background which inspires the project.

Academic purposes: Studia Hermetica is exclusively an academic project, which it means that is based strictly on the principles normally attached to this perspective: textual criticism, research’s ethics, falsifiability, formality, neutrality… The people who participate in Studia Hermetica are recognized researchers or students (linked or not to an official institution), and not a practitioners or minions devoted to a concrete vision of life, religion, ideology, etc. Our work is published in periodical, scientific and recognized publications on the field.

Artistic inspiration: We adore Art and beauty. As a historian on Hermetism and Platonism, we're specially linked to the Platonic concept of eros.

Humanistic aim: Studia Hermetica is a project designed and conceived by humanists, and consequently it’s directed toward humanists around the world, looking forward their contributions and suggestions to make the mankind grow. Our humanistic aims are based in the same tenets affirmed by the Renaissance philosophers during 15th and 16th centuries, which it means that we hardly encourage the study of classical and ancient languages, next to the joint of opuses inherited from Ancient period and Hellenistic Culture. Therefore, our range of interests involves the entire History of Thought, (Philosophy, Science and Religion), as well as its modern manifestations.

NEW STUDIA HERMETICA'S CATEGORIES

ARETE: this section is conceived to be a sort of biographical corner of the website, in which we’ll try to extol the personalities and characters of Art, Science and Humanistic fields. I’ve always considered that the human and biographic examples and exploits, sometimes are better allies in the pursuit of soul’s perfection, sometimes more than words, books and clever speeches.

ARTS: this is the Artistic corner of the website, in which we will try to deliver our artistic obsessions. In my case, I’ve created weeks ago my “Kircher’s Cabinet”, an attempt to show and share my aesthetical considerations and, why not, to explain the relationships between Platonic, Hermetic and Occult philosophies in base of their imagery. However, this is a personal blog, and not any kind of academic work.

DOXA: In this section we’ll include our comments, considerations and opinions inspired by our daily life or merely based in our readings, feelings and thoughts. It’s a sort of website's miscellany area.

HERMETICA and PLATONISM, constitute the philosophical or savant side of the website. These both categories deal with the philosophies usually attached to our range of study: Middle Platonism, Neo Platonism, Stoicism, Christian Mysticism, Kabbalah, Sufism, Theurgy, Theosophy, Occultism, etc. 

PRAXIS HERMETICA deals with the so called “technical” side of Hermetism and related currents, you know, Alchemy, Magic, Astrology, Theurgical rites, Gnostic hymns, etc.

SCIENCE is our section devoted to the current and past scientific contributions. In our opinion, the study of the cosmos is one of the most striking enterprises.

WEBLOGS is, as its proper title indicates, a section in which NSH's members will deliver their daily life as a researchers. In the beginning, we count on some projects in this sense: PhD. Mar Rey Bueno's weblogs and my own De Umbris Idearum's blog.

NEW STUDIA HERMETICA'S MEMBERS

Currently, we count on four members: Mar Rey Bueno, Miguel López Pérez, Francisco de Mendonça Jr. and Iván Elvira.

How do I become a member of this NSH? The minimum requirements of NSH membership are the usual for any sort of Academic undertaking: a bachelor in any scientific, artistic or humanistic field of your own country, or merely an accreditation of being a valuable researcher in our fields of study; in despite of these requirements, we allow the participation of university students and "practitioners", but always considering each particular case. I encourage you to join us, and share with the world your inquiries and thoughts. Anyway, Studia Hermetica is opened to centralize other project aimed by similar tenets, so if you are interesting in to unite your own projects with ours, go ahead.

For further questions or queries, please contact with Iván Elvira, the NSH's Director and Webmaster.
I encourage you to participate!

Warm regards and be welcome to this new stage!

Iván Elvira.

martes, 18 de enero de 2011

Feliz Año Nuevo. Un comienzo nostálgico


"Su rostro era el de un joven de veinte años, cuyos rasgos, nobles y bien formados, se hubieran marchitado por el efecto de vapores malignos. Desesperación y orgullo hallábanse grabados en sus grandes ojos, y su flotante cabellera aún guardaba algo de la de un ángel de luz. Su mano, delicada a pesar de hallarse ennegrecida por el rayo, asía el cetro de bronce que hace temblar al monstruo Urambad, a los ifrits y a las demás potencias del abismo (...) Iblís, con una voz más dulce de lo que cabía esperar y que, sin embargo, se hallaba teñida de negra melancolía, dijo: -Os acojo en mi Imperio, criaturas de arcilla..." William Beckford, Vathek.

Feliz Año, amigos. Hoy retomo este cuaderno de notas para comentaros algunas cosas que he tenido la oportunidad de vivir estos últimos meses. Antes que nada, deciros que lamento profundamente la suerte de la Bibliotheca Philosophica Hermetica, que ha sucumbido, al parecer, a la crisis internacional en la que estamos inmersos. Sí, como lo oyen: la mejor institución independiente dedicada al estudio del hermetismo y cuestiones relacionadas ha muerto. En fin, de esto ya nos alertaba W. Hanegraaff en un correo a los miembros de la ESSWE hace unas semanas, y lo cierto es que fue un golpe tremendo para todos: enseguida se organizaron páginas a favor de la conservación de esta valiosa institución en Internet: en ipetitions, redes sociales, foros, listas de correo, etcétera. No tengo ni idea de cuántas firmas y apoyos recibió “nuestra” biblioteca, pero seguro que unos buenos miles, y gran parte de ellos de prestigiosas instituciones y académicos consagrados. Pero no ha sido suficiente. Una biblioteca ha ardido de nuevo. Supongo que ahora toca lanzar espumarajos contra bancos vampíricos, capitalismos sinvergüenzas, golfos especuladores y mercachifles iletrados, pero no tengo ganas. Me cansa la estupidez humana; me deja sin fuerzas. Contra el malvado hasta cierto punto se puede luchar (y contra la maldad latente en uno mismo), pero contra el ignorante y el bobo… es como lanzar puñetazos contras las olas. En realidad, desconozco los pormenores del asunto: sé que Ritman ya tuvo sus desavenencias con bancos en los noventa, e ignoro si su gestión en esto fue buena o mala, pero no creo que eso importe demasiado, porque semejante librería debería ser patrimonio intocable del Estado Holandés (y de hecho, yo creo que tenía un estatuto muy parecido, pero bueno). No sé, una pena. No sé qué decir, tan sólo espero que este proyecto vuelva a repetirse algún día (y que yo lo vea). Valga esta pequeña introducción como un homenaje al esfuerzo de mecenazgo y al magnífico instituto de investigación a cuya cabeza se encontraba Carlos Gilly.

En otro orden de cosas, y retomando asuntos más agradables, hace unas semanas, rebuscando entre mis cientos de fotocopias, anotaciones, ideas y libretas, descubrí con nostalgia muchas, muchísimas notas de mi puño y letra, de cuando me iba a la biblioteca de la Facultad de Filología a estudiar y a devorar libros con entusiasmo, y a conocer más y más, y no sólo sobre hermetismo. Por ejemplo, en una de mis libretas pude encontrar un amplio elenco de mis intereses: una bibliografía acerca de la geología marciana, un esbozo de novela de ciencia ficción, un resumen de los volúmenes de la monumental obra de Guthrie, A History of Greek Philosophy, a la que una y otra vez he vuelto con la reverencia que se le tiene a quien ha leído y trabajado mucho durante toda su vida... Y allí me encontré con la hermosa filosofía de Heráclito, cuyas máximas nos remiten a filosofías antiguas y modernas, a los diversos sentidos del lógos en la filosofía griega (porque no hay uno solo, amigos), y también con Parménides, Jenófanes, Diógenes, y con los asombrosos pensamientos de Nietzsche (casi como notas a pie de página) a propósito de algunos diálogos platónicos y algunos de sus contertulios. Y un ejemplo de esto lo encontramos en Calicles, cuando nos dice que:
Pero yo creo que si llegara a haber un hombre con índole apropiada, sacudiría, quebraría y esquivaría todo esto, y pisoteando nuestros escritos, engaños, encantamientos y todas las leyes contrarias a la naturaleza, se sublevaría y se mostraría dueño este nuestro esclavo, y entonces resplandecería la justicia de la naturaleza (Gorgias, 484a-b). 
Asimismo, cuando Guthrie decide llamar Siglo V: Ilustración a uno de los volúmenes, y describe de forma magistral y reveladora, cómo los discursos filosóficos (políticos, éticos, metafísicos), continúan intactos desde cuatro siglos antes de nuestra era. Y uno piensa en cómo las personas cultas dotadas de educación clásica, podrían identificar uno a uno los problemas de la Modernidad, si los compararan con aquella remota época. Resulta fascinante ver cómo la pérdida de la memoria nos arrastra una y otra vez contra los mismos acantilados, y cómo observar este hecho nos puede llenar de una profunda melancolía e incluso de un sentimiento de abandono y apatía, lo que me recuerda a un inquietante relato de Leónidas Andreyev, Lázaro, en el que en los ojos vacuos y negros del resucitado podíamos hallar la veracidad terrible e indolente del paso del tiempo y la vanidad de los hombres, que tratan de superar este escollo sencillamente ignorándolo. En la muerte y en el tiempo (las dos caras de una misma moneda) podemos, tanto ayer como hoy, hallar una verdad inquietante y frustrante. Las respuestas a esta verdad han sido infinitas a lo largo de la Historia, y es bastante probable que no se llegue jamás a ningún lugar común: desesperanza, melancolía, angustia, apatía, ociosidad, placer, ignorancia… Cada filosofía y cada persona es un mundo, que afronta (o no), esa terrible verdad que nos persigue desde nuestro nacimiento. De hecho, una correcta definición de la madurez es la comprensión de esta fragilidad, de esa nostalgia y de esa melancolía que el paso de los años nos va imprimiendo en nuestros rostros; cada arruga, cada nueva cana, y cada nuevo dolor en nuestra alma y en nuestro cuerpo, nos recuerdan exactamente lo que somos, y cuáles son nuestras limitaciones. De hecho, ¿qué no es el ser humano, sino un cúmulo de limitaciones e impotencias sumado a una voluntad de poder siempre vencida y siempre alzada? 

Abandonando este excurso filosófico-poético, prosigo con mi libreta: allí encontré anotaciones sobre, por ejemplo, el The Egyptian Hermes de Fowden, así como algunos de mis intentos de reconstrucción de una historia del hermetismo (una empresa estéril si no es planteada desde un punto de vista metodológico, dicho sea de paso). Asimismo, veíanse los esbozos de mis artículos, y anotaciones de bibliografías para los mismos. Y así una infinidad de retales de pensamientos desechados o poco definidos, accesos literarios poco justificados e intercalados con esbozos de carácter más científico, y en fin, una pequeña máquina del tiempo a la que yo solo puedo acceder. Y lo mismo le ocurrirá a otras personas, supongo: si uno se pregunta qué lecturas te llegaron al alma, qué canciones o arias operísticas te embriagaron, qué tardes al calor de un buen libro o una buena compañía recuerdas, qué momentos nunca olvidas y qué ciudades y personas has dejado atrás, y qué sueños se han roto y cuáles han sido reemplazados, puedes reconstruir una imagen muy fidedigna de tu propia identidad. Si alguien no comprende lo que digo, es que efectivamente no tiene alma. Y creo que cada día hay más zombis en este mundo, lo que me llena de espanto.

Y así podría seguir enumerando cientos de anotaciones en papeluchos olvidados de mi despacho, que aguardan ser recuperados durante un momento de arrebato nostálgico o de pura casualidad. En lo que concierne a mí mismo, cada día observo cómo el tiempo se va acelerando, y cómo la juventud va pasando (pese a mis veintiocho años). De hecho, si uno se detiene un momento, eso es lo que descubre: tiempo pasando. Y no querría parecer melancólico: no es malo que el tiempo pase, y deberíamos estar orgullosos de nuestras batallas ganadas y perdidas, porque eso significa que aún seguimos luchando. Además, uno se acuerda de todas aquellos rostros que van pasando por la vida, y los va analizando meticulosamente simplemente por pasar el rato, y con un ánimo casi antropológico. Descubres cómo todo se repite, cómo vuelve a empezar, cómo nunca llega a culminar, cómo todo el mundo en realidad tiene una espada de Damocles en su linda o fea cabeza, y no acaba de enterarse. Prueben a pensar sobre el paso del tiempo y lean a los filósofos, y descubrirán muchas cosas, incluyendo las sombras de su propia alma, a la que creían tan diáfana y correcta. Lejos de ser un vacuo ejercicio existencial, resulta casi imprescindible para continuar elevando la piedra de Sísifo con cierta clase y elegancia. Saber dónde estamos y quiénes somos puede resultarnos útil o desalentador, dependiendo de lo que encontremos. De hecho, la mayoría de la gente nunca lo hace, por mera imposibilidad intelectual, o bien por despreocupación o “falta de tiempo”, y así puedes trazar incluso genealogías de la tragedia, considerando las biografías que te circundan. Y el tema de la falta de tiempo es otra cosa que me fascina, porque de hecho es una de las lacras más extendidas de nuestro tiempo y un defecto llevado con orgullo por la burguesía semianalfabeta actual. El tratar de llenar nuestro tiempo sea como sea, y el tratar de que siempre haya una orquesta de personas a nuestro alrededor. Pero de eso mejor hablo otro día... A veces el pensarse continuamente a uno mismo y a los demás resulta agotador, y lleva a la tristeza; y como decía nuestro Camilo José Cela:


"Pero no merece la pena que nos dejemos invadir por la tristeza. Nada tiene arreglo: evidencia que hay que llevar con asco y con resignación. Y, como los más elegantes gladiadores del circo romano, con una vaga sonrisa en los labios". (nota a la segunda edición de La Colmena).

Durante estos meses he visto cómo dos artículos nuevos se sumaban a mi producción “literaria”, lo que me llena de satisfacción, porque sean mejores o peores mis aportaciones, ahí están, para recordarme constantemente qué es lo que produzco y en qué lugares y regiones más o menos inhóspitos me he movido. Y les aseguro que he tenido la oportunidad de conocer a muy distintas clases de personas en este peregrinar, desde que en 2005 publiqué mi primer ensayo, en el Centro de Documentación Europea de la USAL. Continuar produciendo y creando es, de hecho, mi meta más preciada, porque muchas veces el propio ritmo del teclado o de la pluma, nos hacer exorcizar lo que llevamos dentro, y en cierto modo libera a nuestra alma de una carga que puede resultar muy pesada y engorrosa. A veces compartir nuestros pensamientos y anhelos es una forma de descansar de nosotros mismos, de consolarnos. Quizás los más jóvenes de mis lectores no entiendan todavía esto, pero estoy seguro de que lo harán.

En cuanto a mis proyectos para el presente año (ya veremos si frustrados o no), se cuentan la inauguración de una nueva Studia Hermetica en inglés, cuya redacción he detenido temporalmente. Así como continuar redactando y leyendo sobre las materias de mi interés, con el fin de continuar publicando (si me dejan, obviamente). Volviendo a esta the New Studia Hermetica, he de decir que será un proyecto algo diferente a esta sección de la Revista Azogue: procuraré que sea una plataforma de inspiración humanística, en la que se ensalce la forma de pensar de los clásicos antiguos y renacentistas, y se promueva el estudio de sus obras, así como recordar a muchos artistas que hoy por hoy continúan tiñendo de belleza nuestro entorno; en este sentido, habrá una sección que titularé “Héroes del Humanismo”, en la que incluiré pequeñas biografías y bibliografías de destacados personajes de nuestro tiempo y de épocas pasadas: en efecto, podemos encontrar a muchos héroes que se enfrentan al castrojismo, a la maldad y a la ignorancia desde sus profesiones religiosas, o sus actividades deportivas, o desde sus escaños parlamentarios, o bien desde sus gabinetes de estudio, sean éstos universitarios o no. Pretendo ensalzar a la gente que se lo merece: por su trabajo constante, por su entusiasmo, por sus ganas y sus “hechos de armas”, y que día a día luchan contra sí mismos y contra los demás. Los ejemplos son numerosos, y no querría detenerme en ninguno de ellos ahora. Ya lo haré en esta nueva empresa compartida que la New Studia Hermetica, en la que colaboraremos los que hacemos Azogue y otros estudiosos. Y que estará abierta a la participación de todos aquellos investigadores con ganas de compartir cosas. Y no sólo sobre hermetismo, dado que como todo el que me lea sabe, yo no me considero un estudioso del hermetismo a secas, sino un humilde humanista y un estudioso de la Antigüedad, con vocación renacentista y destellos modernos, que muy poco a poco van cobrando forma, y que supongo darán sus frutos en el futuro incierto. Y por eso, esta nueva página (que tendrá un formato blog), tratará de muchas cosas, útiles para el estudio del hermetismo y de cualquier otra mística, técnica o filosofía antigua,  renacentista o moderna, así como en recursos de carácter filológico, científico, o meramente divulgativo o de opinión. Asimismo, reitero su carácter compartido y comunitario: no será mi Studia Hermetica, sino la que todos aquellos que la construyan con sus aportaciones, siempre siguiendo unas directrices fundamentales: ánimo e inspiración humanísticos y carácter multidisciplinar y abierto, lo que quiere decir que no será una página estrictamente orientada a los investigadores y los especialistas de estas materias, sino a un público más amplio, deseoso de ver cumplidas sus anhelos erótico-platónicos ;) Además, prefiero no detenerme en estériles discursos a favor del pensamiento humanístico (supuestamente enfrentado al científico-técnico, etc.), sino que me concentraré en enseñar para qué servimos y cómo sería el mundo sin nosotros. Es mejor un buen ejemplo que mil discursos vacuos.

Otro de mis proyectos, no relacionado con mis quehaceres investigadores strictu sensu, será el de publicar una revista dedicada a la literatura y en general al arte decimonónicos (victoriana, gótica, realista, simbolista, decadentista, romántica, etcétera), de carácter más oscuro e introspectivo, en realidad, otra de mis grandes pasiones. Y me basaré en escritores tan reconocidos como las hermanas Brontë 
(Ann, Charlotte y Emily), E. G. Bulwer-Lytton, Henry James, William Beckford, Walter Scott, H. G. Wells, Edgar Allan Poe, Jane Austen, Lord Byron, C. R. Maturin, Wilkie Collins, Washington Irving, Mark Twain, Mary Shelley, P. B. Shelley, Joseph Conrad, S. Le Fanu, Bram Stoker, R. L. Stevenson, William Blake, W. B. Yeats o M. Oliphant Wilson. O bien Villiers de l’Isle-Adam, Stendhal, Chateaubriand, Victor Hugo, Honoré de Balzac, Nodier, Arthur Rimbaud, G. Leroux, G. de Nerval, Jules Verne, Charles Baudelaire, Guillaume Apollinaire, Goethe, Novalis, E. T. A. Hoffman, F. Kafka, L. N. Andréyev, F. Dostoievski, Gustavo Adolfo Bécquer o José de Espronceda.

Como se ve, esta nueva revue décadente, me servirá para seguir dando rienda suelta a mis inquitetudes literarias (las mías y las de mucha otra gente, ya lo veréis). Espero que guste, pero prefiero no hablar mucho más, porque es un proyecto en ciernes sobre el que aún he de leer y pensar.

Como pueden apreciar, para este nuevo año pretendo desarrollar las luces del foro romano y las sombras del Londres industrial victoriano. Ambos aspectos de mi alma contradictoria, supongo.  


No me extiendo mucho más: aquí sigo, dando guerra y prometiendo nuevas cosas para el presente año 2011. A ver si hago algo útil en mis años, antes de que todo se vaya al carajo.

Por cierto, no quiero acabar esta entrada sin agradecer a las personas de nuestro grupo en Facebook su apoyo, porque voy viendo que es una forma de saber que realmente este trabajo es útil para mucha gente, y que gusta. Y eso es algo que me impulsa a continuar. Muchas gracias.