viernes, 11 de abril de 2008

Conferencia, arte y esoterismo


El otro día Hanegraaff nos envió a todos los miembros de la European Society for the Study of Western Esotericism (de ahora en adelante, "ESSWE"), un correo anunciando la próxima conferencia que celebrará dicha organización. Será en Estrasburgo (Francia), del día 2 al 4 de julio de 2009, concretamente en la "Maison interuniversitaire des Sciences de l'Homme-Alsace". La conferencia llevará por título "Capitales del esoterismo europeo y diálogo transcultural". De momento se invita a todos los miembros a que envíen sus propuestas de ponencia. En el "llamamiento" publicado en la ESSWE se explica perfectamente por qué se ha elegido este tema. Normalmente, los investigadores tienden a estudiar aspectos concretos de un determinado autor, o bien determinadas corrientes de pensamiento valiosas para el entendimiento del esoterismo occidental, pero este hecho indiscutible hace que se margine el aspecto espacial o geográfico del fenómeno hermético o esotérico.

Los trabajos a presentar pueden referirse a un hecho histórico "real", principalmente teniendo en cuenta un contexto urbano y eminentemente europeo: intercambios culturales, económicos, comerciales, y de difusión editorial, y su relación con el estudio del esoterismo; o bien pueden encuadrarse en una recreación literaria (como por ejemplo el Londres de Los tres impostores de Machen o la Praga de El Gólem de Meyrink). Personalmente creo que esta visión geográfica y transnacional del fenómeno esotérico ayudará a poner en valor la importancia histórica del hermetismo. Si en nuestros análisis sólo nos ceñimos a ciertos autores, y a corrientes subterráneas, o a "subculturas" modernas más o menos marginadas, ayudaremos a que la visión que se tenga sobre estas cuestiones linde con lo tenebroso, lo extraño y lo escabroso. Con lo excepcional, en una palabra. Y nada más lejos de la realidad: los fenómenos históricos asociados al hermetismo han estado presentes en muchas de las controversias ideológicas desde la Antigüedad hasta nuestros días. La realidad urbana siempre ha acogido con gran interés las eternas reinterpretaciones del hermetismo a lo largo de la Historia, desde la Alejandría de los Ptolomeos hasta las enormes babilonias contemporáneas de Europa y los Estados Unidos. Quizás la excepcionalidad sea un rasgo inevitable de la (desde mi punto de vista) actual decadencia de la filosofía hermética y otras filosofías platónicas.

En España se me ocurren algunas ciudades que estuvieron relacionadas con movimientos cercanos al hermetismo. En el llamamiento citan a Córdoba, pero se olvidan de la que creo fue la más importante: Toledo. Toledo fue el punto neurálgico de estudio de la astrología-astronomía, de la filosofía natural y la "magia natural", al menos durante toda la Plena Edad Media, y su prestigio llegaría a ser incontestable en el resto de Europa. El intercambio civilizatorio se llevaría a cabo contando con figuras de la talla de Ishaq ben Sîd y Yehudá ben Mošé (hombres esenciales en la confección del Corpus Alfonsí), además de otros autores (traductores), como Domingo Gundisalvo, Juan Gil de Zamora, Virgilio de Córdoba y Juan de Sevilla. Por supuesto, tampoco debemos olvidarnos del Sefer ha-Zohar, concebido en su mayor parte por Rabbí Mose Sem Tov de León, o del propio Ramón Llull (quizás la principal figura a tener en cuenta)... Y adelantando en el tiempo caeríamos en plena Salamanca, topándonos con el desenfadado Diego de Torres Villarroel. Sin lugar a dudas hay mucho material para varias ponencias, y me gustaría estar en disposición para elaborar una de ellas. En cualquier caso, trataré de estar allí el próximo año con un buen cuaderno de notas.

Cambiando de tema, hoy redescubrí entre mis documentos un proyecto muy interesante relacionado con el arte y la influencia hermética. Las autoras de semejante proyecto son dos miembros de la ESSWE: Marty Bax y Andréa Kroon. El proyecto no es otro que la elaboración de una obra conjunta denominada The Initiated Artist. Methodological Introduction into Western Esotericism in Art, 18th-20th Century. Los detalles pueden consultarse en H-Net. Considero muy útil que los historiadores del arte comiencen a poner en valor la simbología hermética o esotérica, y además que comprendan la filosofía que alimenta esa simbología. Al fin y al cabo, muchísimas obras de arte no pueden ser entendidas sino por gentes versadas en el lenguaje "esotérico".

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